Cupertino Pérez fue un personaje de Urachiche, conocido por una bodega de la que era dueño, que estaba ubicada en la esquina de la calle Real (hoy Avenida 2) con calle 9.
Contaba que, estando niño, su padre lo llevó a San Felipe y que lo dejó en botiquín donde trabajaban prostitutas. Lo último que le dijo fue: "Hijo, si usted va a ser hombre de mal, aunque lo deje en un monasterio usted va a ser hombre de mal. Por eso lo dejo en este lugar, porque si usted va a ser hombre de bien, aunque lo deje en este botiquín terminará siendo usted hombre de bien". Y así fue como Cupertino comenzó su vida independiente siendo un niño, trabajando en ese botiquín, y durmiendo en el mostrador luego de que todos se iban. Los que lo conocieron pueden atestiguar que fue un hombre honorable.
Entre los cuentos que recuerdo de su vida, puedo citar esta anécdota. Una mujer le llega a su bodega pidiéndole dinero porque dice estar viviendo en una situación muy grave. Cupertino Pérez le dio algo de dinero. Un amigo suyo le dijo: "Para qué le diste dinero, de seguro lo que dijo era mentira". Cupertino respondió: "Ojalá que sea mentira, y que ella no esté pasando por lo que nos dijo. Pero si ese fuese el caso, no quiero llevar en la conciencia que me pidió ayuda y no se la di."
En una época Cupertino Pérez trabajaba en un bar en San Felipe, capital del estado Yaracuy. Un médico llamado Rafael Caldera, padre del político que posteriormente fuese presidente de Venezuela, solía visitar el local. Allí Caldera solía jugar dominó con unos amigos hasta muy tarde. Tanta era la confianza entre el encargado y el cliente, que cuando era hora de cerrar, Cupertino le dejaba la puerta abierta y una llave, y Rafael Caldera y sus amigos seguían tomando y jugando dominó hasta que se cansaban. Ellos mismo se servían las bebidas. Al final de la jornada, los clientes nocturnos le dejaban el dinero que le debían, una buena propina y le cerraban el local.
Cuperino Pérez vivió luego en la urbanización La Floresta de Barquisimeto. Decidió cerrar para siempre su bodega luego de los intentos de saqueos en Urachiche, inspirados en los saqueos de Caracas, en febrero de 1989. En esos días el pueblo salió a la calle a protestar por el paquete económico del recién electo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Las represalias del gobierno fueron muy duras. Algunas versiones estiman que hubo más de veinte mil muertos en toda Venezuela.
Cupertino Pérez falleció en la primera década del siglo XXI. En este momento no tengo la información de la fecha exacta. Agradezco a cualquier que la pueda suministrar.
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